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12 de septiembre de 2011

El héroe del cuento: un ejemplo de resiliencia

La resiliencia proviene de aquella labor ligada a la metalurgia, en donde se fundían ciertos metales a temperaturas extremadamente altas y estos, gracias a su naturaleza y composición, lograban recuperar su forma original, pese a haber sido fuertemente alterados. Es así como, alrededor de los años setenta se aplica el nombre de resiliencia a aquella fuerza o energía interna que posee el ser humano y que le permite sobresalir eficazmente de eventos nefastos o incluso hasta de situaciones extremas de vida o muerte.


A continuación, intentaré exponer cómo a partir del concepto de resiliencia se pueden entablar sólidas analogías que permitan vincular algunas características propias en una persona resiliente con la vida y vicisitudes que atraviesa el héroe del cuento popular. Este proceso es posible gracias al lenguaje simbólico del cuento, mediante el cual se puede interpretar este concepto y desligar las fases y/o etapas que lo caracterizan o, mejor dicho,que pueden llegar a ser propias en una persona resiliente. Antes de reparar en dicho análisis, quiero abordar la noción de héroe del cuento, que a diferencia de los personajes estereotipados de algunas historias, en donde es una persona con súper poderes o habilidades extra ordinarias, el héroe del cuento popular es un sujeto común y corriente, que a causa de una necesidad ontológica sale de la casa o de la zona de confort para emprender un camino en el que tendrá que superar una o varias pruebas y a partir de ellas, logrará crecer como persona. Es así,bajo esta estructura, que el héroe del cuento popular, al igual que cualquier persona resiliente, ni siquiera se concibe capaz de sobresalir a las desgracias, simplemente siente que tiene la fuerza interna y, en cierto punto, innata para sobresalir. Es a través de su valor, grandeza y humildad perfectamente compatibles que recibe la etiqueta de héroe y que, dicho sea de paso, muchas veces no recibe reconocimiento, porque ni si quiera repara en ello, pero que siempre al completar el círculo y retornar a casa o a su lugar de origen se topa con una nueva realidad, él ya no es el mimo, ya no ve las cosas igual, ya es un héroe.
  • Un conflicto existencial: El héroe del cuento a traviesa desde ya un punto de quiebre en su vida, un suceso no anticipado que cambiará drásticamente el curso de la misma, solemos encontrar ejemplos de hijos que a temprana edad pierden a sus padres o cuidadores y tiene que ingeniárselas para sobrevivir, o un padre de familia que no tiene con qué alimentar a su familia y pondrá su vida en riesgo para darles un mejor futuro, o simplemente un rechazo total de parte de los padres hacia el hijo, descartando por completo la posibilidad de consolidar un apego seguro. Es a través de este primer conflicto que el héroe decide atravesar el umbral de la aventura y enfrentar aquella situación que podría significar una barrera impenetrable para muchos, pero para él representa un hito a superar. Cabe resaltar, que este hecho se manifiesta intrapsíquicamente y es un proceso inconsciente que en algunos casos no llega a tomarse conciencia frente a ello, pues se desconoce totalmente.

  • Un vínculo significativo: A lo largo de diversas investigaciones, se ha demostrado que en todos, o en un porcentaje altamente significativo, los casos de personas resilientes, hubo al menos un vínculo fuerte con alguna creencia y/o persona. Es decir, hubo algo manifiesto en cualquier etapa de su vida - suele encontrarse más en la infancia- con lo que la persona se conectó y este representó, a su vez, un motor capaz de encender su ímpetu por luchar y no dejarse caer. La resiliencia puede nutrirse de diferentes medios y cultivarse a partir de ellos, de esa manera un persona pudo haberse conectado fuertemente con un familiar, una religión, una meta en la vida, alguien a quien admiraba, una pareja, etc. Es así, como en el cuento popular el héroe encuentra un motivo o una razón que lo empuja a salir de casa frente a esa pérdida, necesidad o esa fechoría cometida. Busca, de una u otra manera, aferrarse a ese motor, el cual hace la vez de motivador intrínseco, logrando el crecimiento emocional. En los cuentos de tradición oral solemos encontrar a personajes que luchan por salvar a un ser querido, siendo dicha persona su fuente de energía, o hermanos que quedan huérfanos y tienen que sobrevivir en condiciones precarias, pero al encontrar en el uno al otro un motivo para seguir adelante, lograrán vencer cualquier obstáculo. Al igual que muchos de los proceso psíquicos que se dan en el ser humano, este obedece a órdenes inconscientes, las cuales corresponden a la pulsión de eros o bien llamada, también, pulsión de vida que nos remite, entre muchas cosas, al instinto de la autoconservación, anhelada en su mayoría por todos los seres humanos y hasta por el héroe del cuento que encontrará la fuerza para autocuidarse, tanto en su psique como con la persona con la cual se vinculó.
  • La creatividad: Se encuentra fuertemente ligada al proceso de sanación y superación por el cual pasa una persona resiliente. Recae en aquella facultad de ver la situación actual, por más cruda o fúnebre que aparente,de una manera, por así decirlo, lúdica y sublimar a través de ella. Esta percepción, le permite no enfocarse en una sola solución frente a un problema, sino interpretarlo de múltiples formas y, por ende, resolverlo de la manera más saludable. En los cuentos populares, en más de una ocasión, se muestra cómo la creatividad representa un plus en el personaje y cómo a través de ella vence a sus oponentes. En el cuento de tradición europea del soldado que gracias a una alforja mágica lograr sobrevivir del hambre y la miseria, ya que esta tenía el poder de lograr meter cualquier cosa dentro de ella con solo desearlo, él, a través de su ingenio, creatividad e intrepidez; logra cazar a unos demonios que habitaban un castillo y, de esa manera, gana una gran recompensa que le permite alimentarse y recuperar el sentido de la vida. Posteriormente hará un mal uso de su creatividad, puesto que burlará a la muerte, engañándola y metiéndola al saco, pero ¿se puede realmente engañar a la muerte? La creatividad e incluso la condición de resiliencia no implica que este ligada a una vida de bienaventuranzas, muy por el contrario ella puede manifestarse efímeramente o por un periodo largo, eso dependerá de cuán saludable se haya cultivado esta, ya que así como los finales de los cuentos más que felices son justos, una persona que supera eventos fatídicos no necesariamente siempre los superará correctamente, pues los eventos no siempre se presentan de la misma magnitud, en las mismas circunstancias y, sobretodo, en la misma etapa de vida.

  • El sentido de omnipotencia: El héroe del cuento tiene un sentimiento de omnipotencia muy latente- algunos más manifiestos que otros- como consecuencia de ello, logra lo que se propone y no por ser resiliente conseguirá todo con facilidad,ya que es muy común encontrar historias de sabiduría popular en las que el héroe no asume su condición como tal rápidamente, sino es parte de todo un proceso, en donde aparece el número mágico tres, por los mismo que suele ser al tercer intento en el que comprende que las cosas no serán tan fáciles y que debe tener una actitud frente a su vida. La actitud representa una cualidad importantísima en toda persona resiliente, su implicación gira en torno a tener convicciones fuertes que modelan el carácter y hacen de él o ella un líder hecho y derecho. El contexto en el que se desenvuelve no siempre suele ser facilitador, ya que atraviesa una serie de pruebas que revelan un ambiente disfuncional, pero gracias a su creatividad, intrepidez y autoconcepto óptimo es que logra sentirse vivo cada vez que vence la adversidad siendo el mismo y mostrando un verdadero self admirable.

El héroe del cuento de sabiduría popular pone en relieve gran parte de las características de una persona resiliente. Pese a ello, no se puede desacreditar otras características propias en las persona resiliente que también permiten reconocerla como tal, pero considero importante señalar que para afirmar la condición de resiliencia en una persona o un personaje de historia no implica tener todos esos requerimientos, dado que no solo el contexto varía, sino también las personas y las variables involucradas. Lo que sí es un hecho es que las características ya sustentadas líneas arriba representan, desde luego, el común denominador que permite identificar al héroe del cuento como un arquetipo de resiliencia gracias a un equilibrio saludable entre sus factores de protección y sus factores de vulnerabilidad.

14 de marzo de 2011

El amor en los tiempos del cuento



La idea de hacer un espectáculo de cuentos de amor surgió luego de ver, en los últimos años, que dicho sentimiento comenzaba a estereotiparse y relacionarse mucho al desamor y desgarro, lo cual es válido, pero también es una generalización. Fue en ese momento en que atiné a hacer una velada de cuentos que presente todas, o gran parte de, las aristas del amor.

Asimismo, la intención era poder generar un espacio en donde sean los mismos cuentos de sabiduría popular quienes hablen del amor y que sean ellos mismos quienes, a través de sus historias milenarias,nos cuenten acerca del amor leal y sincero, aquel que te permite crecer como persona. Cada historia representó un viaje intra personal para el espectador, dado que sin duda alguna los personajes atravesaban circunstancias similares a las que vive cualquier persona envuelta en una relación. De esta manera es que se manifiesta el vínculo, a veces consiente y a veces inconsciente, entre el interlocutor y la historia, pues empieza a entablar puentes entre las historias y su realidad.

Sin duda alguna las historias contienen diversos aprendizajes, los cuales se perciben de distintas formas, pues cada uno de los oyentes se encuentra en una etapa diferente de su vida, sin embargo son parte de ese desplazamiento que el héroe del cuento realiza para encontrar la transformación. De esa manera, el cuento popular rescata viejas pulsiones, ya sean perdidas u olvidas, para activarlas y ponerlas en marcha nuevamente.

Una vez terminado cada espectáculo de esta temporada, algunos de los asistentes se acercaban para conversar un poco, unos preguntaban acerca de este arte contar historias y otros preguntaban por uno u otro cuento con el que más sintonizaron. Y ese es precisamente el momento en el cual un narrador ve más claro el norte, al poder generar la ensoñación evocando historias ancestrales y gestando en los oyentes una voluntad de crecimiento.




6 de febrero de 2011

Velada de Cuentos: "El arte de amar"


Fechas: Viernes 18 y 25 de Febrero
Hora: 8:00 pm
Lugar: Centro Cultural Ricardo Palma (Av. Larco 770 Miraflores)
Entradas en la misma boletería

1 de febrero de 2011

¿Los cuentos se leen o se narran?

Hoy en día, dada la fugacidad del mundo agitado en el que vivimos, muchos educadores, padres o simplemente aficionados a los cuentos encasillan a el arte de contar cuentos a la lectura de los mismos, dejando de lado la posibilidad de toda una magia e interacción única entre el narrador y el oyente.


Es precisamente el momento de la lectura de un libro el que disminuye el juego de miradas y expresiones involuntarias que se van generando en el oyente, pues al ser él quién escucha la historia mantiene un rol muy activo, un rol que se manifiesta a través de la construcción de imágenes formadas por cada una de las palabras del narrador. Para que esto se de y sobretodo para que se de una armoniosa unión entre lo que se cuenta y lo que se ve gracias a ello, es de suma importancia que se da a la par de la narración ese juego de encantamiento y seducción por parte del narrador y su oyente, debido a que es el mismo narrador quién con sus emociones y sentimientos a flor de piel, permite evocar y revivir la historia, generando una interpretación más emotiva y significativa en su receptor.


Mientras que uno lee un cuento se pierde, en cierto modo, de esta magia, pues podría caer en el mecanismo y en una simple resonancia de palabras. Ojo que esto no es una ley, ya que un lector puede representar una maravillosa interacción con su oyente, pero lo que sí es una ley es que dicha interacción será más significativa si se deja el libro a un lado y se evoca la historia y,sobretodo, si el narrador revive cada escena con sus propias emociones, ya que el impacto será otro. Esto genera que el cuento se desarrolle en un ambiente de complicidad en donde existe una suerte de retroalimentación múltiple, pues al fin y al cabo será un intercambio de emociones y sensaciones. Cabe mencionar que así como el oyente tendrá, una vez que termine la historia, recuerdos de imágenes producidas en el relato; también podría conservar,en caso de que la historia haya sido narrada y no leída; las miradas, gestos y sonrisas que se fueron dando en dicho momento. Y esos momentos serán los que quedarán grabados en la memoria de cada uno y es que al fin y al cabo el acto de contar cuentos es un acto de solidaridad y amor.